Galiciencia es la mayor feria científica que se celebra en nuestra comunidad, promovida por el Parque Tecnolóxico de Galicia -Tecnópole- desde 2006. Su finalidad es acercar la ciencia a la sociedad, en especial a los estudiantes de Primaria, Secundaria, FP y Bachillerato, contribuyendo a despertar en ellos las vocaciones científicas. Cuenta con el apoyo de la Xunta de Galicia, a través de la Agencia Gallega de Innovación (Gain); y con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) - Ministerio de Ciencia e Innovación.
Los drones son la apuesta de moda entre la Xunta de Galicia y los concellos gallegos para tareas de vigilancia, especialmente de cara al verano, donde la verificación de las medidas anticovid se antojan cruciales para evitar que se repita lo del año pasado, cuando se dispararon los casos en septiembre y octubre por la relajación de las medidas.
Las posibilidades de la inteligencia artificial son muchas y eso es algo que no se les escapa a los profesionales sanitarios, ni tampoco a investigadores como los del Centro Singular de Investigación en Tecnoloxías Intelixentes (Citius) de la USC. Sus proyectos relacionados con el área de la salud no son pocos y para ejemplo SmartCardia, una plataforma que facilita la rehabilitación cardíaca después de un infarto y que acaba de ser validada por un equipo del CHUS.
Nunca antes del 2020 se había puesto de manifiesto la necesidad de acelerar los procesos de investigación previos al desarrollo de un fármaco; un camino que puede suponer más de diez años de investigación y costes superiores a mil millones de euros y que se inician con la identificación de una posible diana terapéutica. Este primer paso se hacía tradicionalmente con un cribado de compuestos químicos, una fase que ahora es posible acortar gracias a la tecnología desarrollada por Celtarys, una empresa muy reciente, pero que ya acumula años de investigación en los laboratorios de la USC.
Es mucho lo que ya se conoce del cáncer y sus mecanismos, pero muchos procesos todavía se desconocen y los investigadores siguen trabajando para desvelar todos sus secretos. Uno de ellos acaba de ser desvelado por un equipo del Centro de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (CiMUS), de la Universidade de Santiago (USC).
La poderosa implantación de las renovables en la matriz energética mundial sigue su curso, ajena incluso a turbulencias como la pandemia. 2020 fue, de largo, el mejor año de la historia para la industria eólica mundial, que añadió 93 GW (gigavatios) de capacidad instalada (+53% interanual), hasta los 743 GW.
Antes de la pandemia estaba previsto que el 2020 fuera un año de récord para la automoción gallega, porque ese ejercicio culminaba el plan de lanzamientos de Stellantis Vigo (todavía Grupo PSA). Con el Peugeot 2008 y la gama de vehículos comerciales de las marcas Peugeot, Citroën, Opel y Toyota saliendo a un ritmo de más de 2000 unidades al día, la multinacional y su red de más de 100 proveedores de componentes implantados en Galicia y norte de Portugal tenían marcado el objetivo de rozar los 600.000 coches fabricados en el 2020.
La directora de la Axencia Galega de Innovación, Patricia Argerey, asistió en el Centro Experimental Áncora, en el municipio lucense de Cervo, a la jornada de cierre del proyecto liderado por un consorcio de empresas gallegas para desarrollar una herramienta que permitirá la gestión “digital y sostenible del monte” a través del uso de drones. En el consorcio participan las empresas gallegas Aeromedia, Cerna, Balidea y Greenalia, y cuenta con la colaboración de la Universidade de Santiago (USC), el Instituto Tecnológico de Galicia (ITG) y la Xunta.
La madera ha pasado de ser percibida como un material del pasado, a ser un símbolo de futuro, un garante de la sostenibilidad del planeta. Está llamada a marcar el futuro de la construcción. Se trata del único material de construcción renovable, se cultiva naturalmente y elimina el CO2 de la atmósfera. Su producción y procesamiento utiliza mucha menos energía que otros materiales, lo que otorga una huella de carbono significativamente menor.
La gran pregunta que asalta a todos es: ¿Tiene Galicia capacidad para reabsorber los puestos de trabajo que se perderán con la crisis? ¿Cuáles serán los motores de empleo? En las quinielas de los expertos la industria apunta alto, a pesar de que hoy solo representa el 14% del PIB gallego. Se extingue la era del CO2, pero se abre paso otra revolución.