El 2021 es el año del ‘low code’. Desde la llegada de la pandemia, esta tecnología lleva meses experimentando en España un crecimiento exponencial. Cada vez son más las empresas que deciden digitalizar sus servicios a través de unas herramientas que, aparte de ser sencillas de manejar y de implantar, ahorran costes a las compañías en su proceso de digitalización. Y es que una de las grandes ventajas del ‘low code’ es que permite desarrollar aplicaciones completas sin necesidad de tener grandes conocimientos de programación.
El fuerte impacto de la depresión económica causada por el Covid-19 en España se refleja no sólo en el histórico hundimiento de la actividad o el fuerte aumento de la población inactiva (sumando parados y trabajadores en ERTE). También la creación de empresas registró el menor nivel en 14 años, tras retroceder un 15% el pasado ejercicio. Un indicador que refleja una de las secuelas de la pandemia más preocupantes para nuestra economía: el desincentivo a emprender nuevas aventuras empresariales debido al drástico deterioro de las expectativas.