Los fabricantes de PC, móviles y otros equipos de electrónica de consumo dan la voz de alarma: no tienen suficientes chips para atender la demanda, jaleada por la pandemia, y sus costes se están disparando por la subida del precio de algunos componentes. ¿Consecuencia? Los plazos de entrega de los equipos se están ampliando de manera preocupante y el cliente acabará pagando más por los dispositivos.
Mikako Kitagawa, director de investigación de Gartner, asegura en un informe de la consultora que “la escasez global se semiconductores y las consiguientes limitaciones de suministro de componentes han extendido el tiempo de espera para algunos modelos de portátiles empresariales hasta 120 días”. Según este experto, esto ha provocado un aumento de los precios en la lista de materiales, que los proveedores han transferido a los usuarios finales. “Y, en el futuro, el aumento de los precios podría frenar la demanda de PC durante los próximos seis a 12 meses”.
“La industria está hoy dos trimestres por detrás del mercado. Es una situación muy complicada porque estaba acostumbrado a que le entregaras la mercancía solicitada en 45 días o dos meses máximo y, ahora, en bastantes casos, se ha pasado a cuatro o cinco meses. Es un retraso importantísimo, que tiene un impacto muy negativo en la industria del PC”, dice un alto directivo del sector.
Alberto Ruano, director general de Lenovo España, expone otro problema ligado al anterior: su empresa y otras más no se están presentando a algunos concursos públicos porque las Administraciones están penalizando a los proveedores por no entregar a tiempo. “Nos penalizan por máquina y día. Es muy triste, porque conocen perfectamente la situación que se está viviendo, no solo derivada de la falta de semiconductores sino de una fuerte demanda de ordenadores como consecuencia de la pandemia, que ha impulsado el teletrabajo y la educación y el entretenimiento por internet”.
Fuente: Cinco Días