La Asociación de criadores de la raza porcina celta (Asoporcel) colabora con la Asociación para el Desarrollo del territorio Interregional del río Eo (Intereo) en un proyecto de investigación denominado Forescelta. Su objetivo será el de exportar su sistema automatizado y patentado para la cría de Porco Celta a dos comunidades de montes, una gallega y otra asturiana.
«Este sistema está pensado para aproveitar grandes superficies de terreo que están en desuso», explica Iván Rodríguez, director técnico de Asoporcel. El nuevo proyecto de investigación permitirá comprobar los efectos que la acción de los animales tiene sobre esos suelos. Se ejecutará durante los próximos dos años y cuenta con un presupuesto de 500.000 euros. Además de las entidades mencionadas, colaborarán la Axencia Galega da Calidade Alimentaria (Agacal), el servicio regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida), la Fundación Centro Tecnológico de la Carne (CTC), la asociación de criadores de Gochu Asturcelta (AGCA), la de propietarios forestales del Occidente de Asturias (Asforocas) y el monte vecinal de Carballo.
Para la realización del proyecto se ha seleccionado a la comunidad de montes de Mestre, en Ribeira de Piquín, y a otra de Asturias. La idea es que estas dos entidades implanten, en los próximos meses, el sistema que ha sido patentado en Friol. Este consiste en un curro central de unos 800 metros cuadrados de superficie que, en su interior, acoge camas, comederos, bebederos y un espacio para pesar y cargar a los animales. Funciona de forma completamente automatizada y, por ello, es necesario entrenar a los animales que allí se crían. Tras un proceso de aprendizaje estos responden a la campana, que les indica cuándo deben volver al curro.
«O curro ten unha porta automática que se abre pola mañá e, a última hora do día, despois de que soe a campá, péchase de novo», cuenta Rodríguez. De esta forma, los animales pueden pastar libremente por los alrededores, limpiando el terreno y, cuando es la hora, se resguardan para pasar la noche cómodamente.
Con energía solar
Varias son las ventajas que presenta este sistema. La primera, que es completamente sostenible y funciona utilizando la energía solar. A mayores, es portátil, es decir, se puede trasladar fácilmente a otros lugares del monte, lo que permite que los animales se muevan por diferentes superficies de terreno. También está completamente automatizado y cuenta con cámaras de videovigilancia.
Todas las entidades que forman parte de este proyecto irán realizando todo tipo de estudios sobre ventajas y problemas con los que se encuentran estos animales. Se investigará, por una parte, las consecuencias que la presencia del Porco Celta tiene para el suelo en el que pastorea, y también los efectos que ese tipo de alimentación tiene sobre la carne de los animales, entre otros aspectos.
Fuente: La Voz de Galicia