La versatilidad de los drones posibilita que, tanto la Guardia Civil como otros cuerpos policiales, caso de la Policía Local de Poio, puedan emplearlos en numerosos escenarios de intervención. Desde aquellos operativos enmarcados en la búsqueda y rescate de personas hasta todo tipo de emergencias, pasando por la gestión del tránsito de vehículos, accidentes de tráfico, control forestal y de fronteras, incidentes ambientales... Son todos escenarios en los que los agentes pueden echar mano de una aeronave no tripulada para acometer distintas labores.
Fuentes de la compañía Aerocámaras destacan que «la Guardia Civil está utilizando drones de manera habitual en misiones diversas», las cuales abarcan desde el orden público y la seguridad ciudadana hasta cuestiones de logística. Esta empresa ya ha formado a más de doscientos guardias civiles, algunos de ellos destinados en la Comandancia de Pontevedra y en otros puestos de la provincia, como pilotos de dron.
A este respecto, reseñan que «la escuela de referencia en el sector de formación de pilotos y servicios con drones lleva quince años liderando el mercado de formación en nuestro país impartiendo el curso oficial de Piloto Profesional de Drones (STS)». Lo cierto es que esta es la formación que están obteniendo los agentes a través de la Axencia Galega de Seguridade Pública, «con la que también computarán al menos 80 créditos baremables, según publicó el documento oficial de la Guardia Civil».
Desde Aerocamaras aluden a que estos créditos oficiales son de alto interés para los agentes, «ya que les permite posicionarse dentro del cuerpo y les sirve por ejemplo para elegir destino o ascender de rango». A este respecto, Jaime Pereira, CEO de la empresa, remarcó que «la exactitud y precisión con la que trabajan los cuerpos y fuerzas del Estado están consolidando a los drones como una herramienta indispensable para sus labores habituales. En muchos casos, sustituyendo los trabajos tradicionalmente realizados por helicópteros, ya que con drones agilizan los tiempos de reacción y pueden inspeccionar lugares a los que no podrían acceder con otra aeronave o que supondrían un riesgo personal».
Por otro lado, y según remarcan desde esta firma, una vez conseguido el certificado oficial, «los nuevos pilotos podrán mejorar su perfil como expertos con una formación especializada, como por ejemplo en situaciones de emergencias y seguridad». El objetivo es que, ya no solo los guardias o policías, sino el personal sanitario, reciban formación en el manejo de drones que puedan, posteriormente, trasladar a «contextos de emergencia y labores de rescate».
Fuente: La Voz de Galicia