Los vehículos eléctricos representan en la actualidad una alternativa real en la reducción de gases contaminantes, polución sonora y congestión de tráfico. En este contexto las bicicletas, patines y sillas de ruedas eléctricas se vislumbran como buenas opciones de transporte unipersonal, “siempre y cuando ofrezcan al usuario a máxima autonomía, es decir, mínimo consumo y mantenimiento, y flexibilidad de desplazamiento”.
Así lo explican desde el Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidade de Vigo, Xosé Manuel López Fernández y Pablo Padres Fajín, profesor y alumno encargados del diseño, cálculo, construcción y montaje de un prototipo de vehículo eléctrico de transporte unipersonal de tracción directa sin engranajes, basado en motores de imanes permanentes.
La principal ventaja de este prototipo radica en el hecho de que mejora las prestaciones de los clásicos motores de corriente continua, alimentados a partir de baterías convencionales a base de plomo/ácido o de níquel/cadmio. “Esta solución clásica fue siempre superada por el motor de combustión, más económico y con mejores prestaciones”, subraya López Fernández, al tiempo que explica que los elementos clave de un vehículo eléctrico son tres: el sistema de transmisión, el de alimentación eléctrica y el de control. “La combinación de estos tres elementos debe conseguir que el usuario tenga las máximas facilidades tanto de desplazamiento como de mantenimiento”, recalca el profesor vigués.
Área de trabajo con doble finalidad
El hecho de no llevar engranajes permite que este tipo de motor empleado en el prototipo sean menos pesados, más compactos y con mucho menor mantenimiento, debido a que, entre otros aspectos, con la tracción directa la velocidad del motor es la de la propia rueda, desaparece prácticamente el ruido mecánico de la transmisión, el acoplamento directo entre la carga y el motor elimina problemas de resonancia y estrés de los elementos mecánicos. “Además, desaparece todo tipo de fricción en la transferencia del par de tracción a la rueda y, por tanto, consume menos energía”, destacan los investigadores, que hacen también hincapié en que se reducen los picos de consumo durante el arranque.
Este tipo de trabajo tiene desde el punto de vista de estos investigadores una doble finalidad: por una parte, ofrecer la posibilidad a los futuros ingenieros de profundizar en los conocimientos de una temática que ya está concentrando un alto porcentaje de la actividad económica mundial y por la que se está apostando cómo área prioritaria en los países desarrollados y, por la otra, concienciar a los agentes sociales y empresariales “de que es una alternativa factible a nuestro alcance, como opción económica estratégica en la que se debería involucrar nuestra mediana empresa”, subrayó el director del proyecto.
Una temática que abre puertas laborales
El Departamento de Ingeniería Eléctrica lleva trabajando en la mejora de este tipo de motores desde el año 2002 y, desde entonces, fueron ya tres los alumnos -Diego Comesaña Pazos, Casimiro Alvarez Marino y Pablo Padres Fajín- que centraron sus proyectos fin de carrera en esta temática. “Aunque nunca le pudimos dedicar muchos recursos a este tipo de investigación, pensamos que es un tema estratégico y de futuro, por lo que es un aspecto que no dejamos de lado”, subrayó López Fernández.
Para Pablo Padres la realización de este proyecto fin de carrera significó su contratación inmediata por la empresa Castrosúa, una firma dedicada a la fabricación de carrocerías de autobuses y autocares urbanos, interurbanos y turismos. “Pablo se incorporó al equipo de desarrollo del autobús eléctrico Castrosúa, que será la primera versión gallega de este tipo de vehículos eléctricos”, añadió el director de su proyecto fin de carrera, que valoró positivamente su incorporación la esta firma gallega “desde antes de presentar el proyecto”.
Ahora su trabajo en Castrosúa se centra en la programación electrónica para el multiplexado de los componentes eléctricos asociados a carrocerías (luces, pulsadores, sensores…). “Se trata de dar solución a los problemas que trae la nueva tecnología de los autobuses híbridos”, explica el investigador, que hace hincapié en que “forma parte del grupo de desarrollo de futuros proyectos, que se están desarrollando y que están muy ligados los motores de imanes permanentes”.
(Fuente: Duvi)