La madera gallega se reivindica como pilar indispensable de la transición verde

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El sector de la madera es el auténtico oro verde de la comunidad. En primer lugar porque es el más sostenible: su materia prima es natural, su transformación apenas consume energía y sus residuos son reciclables. El tejido forestal gallego tiene además músculo económico: el 1,6% del PIB proviene de este sector, que genera unos 25.000 empleos. Es asimismo punta de lanza en cuanto a exportación, llevando lejos de nuestras fronteras más de la mitad de la madera cortada de todo el país.

La relación natural entre sector forestal y sostenibilidad se nota además en toda la cadena de valor. «Es sector al alza; las tendencias de consumo mundiales apuntan a un consumidor responsable, cada vez más informado y concienciado con la sostenibilidad, el impacto medioambiental, el respeto por la naturaleza y el cambio climático». Así lo resume José Manuel Iglesias. El presidente del Clúster da Madeira e o Deseño de Galicia explica que la madera es el paradigma de la nueva economía, la bioeconomía circular. La madera no solo captura dióxido de carbono. Es además sostenible y renovable. «Es un material premium», comenta Iglesias.

Desde el sector sostienen que las nuevas oportunidades de negocio que se abren para las empresas son constantes, pero que también tendrán que lidiar con desafíos como los relacionados con el esfuerzo innovador. «Al aumento de la demanda de productos tenemos que añadir el desarrollo de nuevos derivados que ya se están desarrollando para dar respuesta a este clamor global que nos demanda la sociedad. El sector está dando respuesta a la transformación de una economía basada en productos derivados del petróleo, como los plásticos, poliuretanos o poliésteres, por productos de base biológica, renovables y reutilizables y fácilmente reciclables que no supongan un residuo futuro. Esto es la bioeconomía».

Potencia

Galicia tiene más de 710.000 hectáreas de masa forestal y no todas ellas bajo explotación. Según datos de 2019, más de 260.000 hectáreas están bajo instrumentos de ordenación o gestión forestal. Una riqueza natural que se transforma ya en productos inimaginables hace poco tiempo, como las fibras textiles derivadas de la celulosa. «Sustituirán al poliéster o al algodón», apuntan desde el clúster. Por otra parte, la sustitución de productos derivados del plástico por productos de madera ya es una realidad. Incluso el empleo de la madera en la construcción en altura, como sustitutivo del hormigón y el acero.

Fuente: La Voz de Galicia