Los fondos Next Generation han establecido dos pilares esenciales por los cuales todas las empresas deben apostar. El primero, la sostenibilidad y la reducción de las emisiones. El segundo, aún más trascendente para sobrevivir hoy en la economía global, el de la digitalización. Sin embargo, en este último, el reto está muy lejos de superarse tanto en España como en Galicia. Porque la mayoría de empresas pequeñas o medianas de la comunidad, pese a estar mejorando sus actuaciones en este sentido, todavía no están encarando buena parte de los grandes procesos de la digitalización.
Según el informe Sociedad Digital en España 2022 elaborado por la Fundación Telefónica, la práctica mayoría de las microcompañías (con menos de diez empleados) cerraron el año 2021 cumpliendo con los elementos más básicos, es decir, tener ordenadores y contar con acceso a internet. No obstante, esta amplia penetración cae cuando se pone el foco en la presencia en el entorno digital. En este sentido, el porcentaje de estas compañías que tiene una página web aún no llega al 30% (28,1%). Es decir, dos de cada tres no contaban en 2021 con ella.
Pero si se mira cuáles de ellas han profundizado en su digitalización y usan, por ejemplo, el cloud computing o computación en la nube —que engloba todos aquellos servicios que están o se ofrecen por completo a un cliente mediante internet— este porcentaje estaba en el 12,1%. No resulta esta situación muy diferente en aquellas empresas con 10 trabajadores o más.
A esta realidad se suma que el uso de dispositivos del internet de las cosas, que engloba softwares, sensores y otras tecnologías digitales, solo entró en las estrategias de negocio en 2021 del 23,6% de las empresas analizadas. Además, solo una de cada diez realiza análisis de big data.
Las carencias de la digitalización también se dan en el empleo. Según los datos del informe, en 2021 apenas había en España 727.000 especialistas en las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), lo que suponía solo el 3,8% del total del empleo español, cuando la media europea para este registro llegaba al 4,8%. Asimismo, solo un 17% de las empresas tiene este tipo de especialistas en sus plantillas.
Fuente: La Opinión